Procopia

"Cada año en mis viajes hago alto en Procopia y me alojo en la misma habitación de la misma posada... Estoy seguro de que la primera vez no se veía a nadie... Al cabo de un año eran tres sobre el murete, y al regresar vi seis, sentados en fila, con las manos sobre las rodillas... Cada año, apenas entraba en la habitación levantaba la cortina y contaba algunas caras más... Se asemejan, parecen amables... Pronto vi todo el puente lleno de gentes de cara redonda, en cuclillas porque ya no tenían más lugar para moverse... Finalmente este año, al levantarse la cortina, la ventana sólo encuadra una superficie de caras... El cielo mismo ha desaparecido. Más vale que me aleje de la ventana".

Las ciudades invisibles
Procopia (Fragmentos)
Italo Calvino

viernes, 7 de enero de 2011

Risclar

Después de coser los cuadernillos en el cosedor, cortaremos los cabos del cáñamo dejando dos cm. aproximadamente.
Nos hemos fabricado una chapa metálica con una hendidura en forma de "V", esta heramienta casera nos servirá para "risclar" los cabos sueltos del cáñamo sobrante de los cuadernillos cosidos.

Mientras que con una mano sujetamos el risclador con la otra nos ayudaremos de un punzón o unas tijeras romas cerradas y con movimientos enérgicos y de izquierda a derecha iremos deshilanchando los cabos.

Después procederemos a encolar los cabos deshilachados en la tripa, mirando que queden lo más abiertos posibles para que luego no se note cuando este la tripa encuadernada.

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