Un Ex-libris para "La Calavera Garbancera"
Se cumplen cien años de la creación de la Calavera Catrina, el Instituto Cultural de Aguascalientes a través de la Dirección de Museos y Galerías, el Museo José Guadalupe Posada y su taller, invitan a toda la comunidad artística nacional e internacional a participar (mediante la realización y donación de un Ex libris Conmemorativo)
He recordado el fervor y la
naturalidad de las calaveras en la tradición mexicana. Un ejemplo, es que cada
dos de noviembre los padres en México regalan a sus hijos calaveras de azúcar y
chocolate en las cuales está escrito con letras de azúcar el nombre de la
criatura, y que ésta se come encantada el dulce macabro, como si fuera la cosa
más natural del mundo. Pero esta falta de angustia incluso de burla que
mantienen con la muerte, un juego macabro, tiene sus orígenes del México
antiguo, donde no existía el concepto de infierno, a diferencia de los pueblos
europeos durante la Edad Media por los horrores de este. En realidad, no es el
temor a la muerte, sino la angustia y la incertindumbre ante la vida lo que más
les amedrenta.
Según el mundo inferior de los
mayas, no morían sino que despertaban de un sueño en que habían vivido. Cuando
morían los hombres no perecían, sino que de nuevo comenzaban a vivir, casi
despertando de un sueño.
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